Yucatán

UN RASGO CULTURAL: LA TRADICIÓN DEL TALCO

Abuelita yucateca que se pone su talco así… abuelita que se respeta

Una de las costumbres maternales que aún hoy día se encuentra en práctica en pocos hogares de nuestro cálido #Yucatán y de manera específica, en #Mérida y sus #municipios como #Motul, #Valladolid, #Tizimín, etcétera, es el uso del talco; el famoso #talco que nuestras mamás nos ponían con su respectiva #mota una vez bañados o bien cuando estábamos sudando. El talco nos ha acompañado, de manera especial al de la tinta a lo largo de sus ya 6 décadas de andar por la vida.

En tiempos remotos, lejanos, muchos productos que anteriormente se consumían de manera “ilegal”, ya sea por contrabando o por comprarlos a fayuqueras ubicadas en espacios específicos, se compraban camisetas “Pirata” de muy grato recuerdos, desodorantes “Lander”, que no solo quitaban el mal olor, sino que su uso cotidiana podía llevarse hasta nuestra piel axilar, embutidos, mantequillas, quesos de bola, adornos y por supuesto el famoso talco que provenía de lugares lejanos a nuestra #Península y que estaban en latas de muy vistosos colores y marcas diferentes.

El uso del talco nos acompaña desde niños, hay un chiste que dice “un niño le pregunta a otro, ¿oye por qué te llamas Talco?, y éste le responde, porque antes que mi mamá se muriera le dijo a mis abuelitos, pónganle talco al niño-supuestamente por estar rozado-, y por eso me llamo Talco”, es solo un chiste, también hay una canción infantil en donde una cucarachita no sabía que comprar con sus 5 centavos ya que todo lo que le gustaba se gastaría y prefirió comprar talco. Pero la realidad es que, así como Yucatán consume muchos billetes de Lotería, así es en cuestión de talco, ya que su demanda fue tal que desde hace muchos años tenemos un talco de origen yucateco.

Hablar del talco es referirnos a un aroma que al olerlo nos evoca muchas etapas de nuestra vida y de aquella persona quien lo usaba. Por ejemplo, el de la tinta recuerda con mucho cariño a una de sus tías que de manera habitual usaba un talco de calidad y no tan bajo precio pero que, al usarlo y motearse con él, no hacía falta el uso además de alguna loción o perfume. Con tal solo usar el talco #Maja, ya tenía un buen olor para un buen rato.

Referirnos a los talcos de uso diario debemos de separar unos que son para determinado fin y parte específica del cuerpo, ya que hay algunos que se usan como desodorantes para aquellos pies que tienen alguna afección o simplemente “les apesta mucho” y es necesario ponerse talco.

En cuanto a los niños de corta edad, los talcos están a la orden del día y hay muchas marcas que las mamás o las abuelas las utilizan para los nenés, aunque cabe mencionar que el talco no es de uso cotidiano para las mamás modernas, conozco a muchas madres modernas o jóvenes que rehúyen al uso del talco, es probable que crean que les afectará, pero no hay nada más agradable que abrazar a un nené o persona de edad avanzada que huela a talco. Mmmmmm grato olor.

El talco ha trascendido nuestros #hogares y en una época no muy lejana, existió un programa de televisión en donde los títeres eran los protagonistas, en caso específico me refiero a #Titeradas,(un programa de televisión local de hace algunos años) que aunque sus protagonistas eran Lela #Oxkutzcaba y #Chereque, el gato azul, entre sus personajes estaba una ama de casa que padecía de mucho calor – eso recuerda a la suegra del de la letra- que todo el tiempo tiene calor y tiene que recurrir al uso y abuso del talco, ella gritaba a los cuatro vientos; “qué calorrrrr tengo, denme mi talcoooooo” y aparecía ella moteándose, quedando como un pan lleno de harina y envuelta en un espacio opaco del talco.

En caso particular, la mamá del de la nota les comenta que su mamá ya entrada en muchos años y un poco enferma recuerda mucho que al ir a visitarla nunca se le olvidará el olor que producía cuando se acercaba a ella, el olor del talco es una firma para la persona y no hay nada más agradable que sentir a un viejito o viejita, bien bañado y talqueado. Cabe mencionar que la persona que la cuidaba estaba bien aleccionada “después de bañarla, ponle talco para que huela”.

El de la letra es fanático del talco y lo usa de manera cotidiana, después del baño para ir a la escuela y en la casa cuando el calor arrecia y cabe mencionar que no solo se usa cuando hay calor, sino también se usa de manera cotidiana, en cualquier momento del año. La ventaja es que tenemos un talco local Dos Caras, que es reconocido más allá de nuestras fronteras. Hay una anécdota de uno de los cantantes del famoso grupo de Los Hermanos Castro, el ahora recordado Gualberto Castro, mencionó en una entrevista “quiero tanto a Yucatán que uso el talco Dos Caras”.

El uso y abuso del talco a veces no pasa desapercibido por otras personas, en caso particular, cuando llego a mi escuela y procurando que el talco no se delate en algún lugar, siempre hay reminiscencias de él en mis zapatos o bien en mi pantalón, ya que se procura que en el cuello no sea demasiado visible. Eso no siempre se logra, ya que recuerdo de manera grata que una maestra compañera ya jubilada de mi escuela, Elenita, usaba el talco de manera profusa que a medio día ya se le podía ver sus collares blancos rodeando su garganta.

En algunos casos el talco se usa de manera de no hay más remedio, cuando acudimos a que nos corten el cabello y al final nos dan una buena brochada (ellos, los peluqueros, hoy estilistas no usan mota, sino brocha) de talco.
El de la tinta puede considerarse como #talcófilo, ya que no da un paso fuera de su casa sin su buena moteada, de un buen talco o cuando menos el de patio. Así como ha evolucionado el mundo de las lociones y aguas refrescantes para el cuerpo, hoy día se pueden conseguir muchas marcas de talco, cada una con sus diversos aromas, pero lo mejor es la frescura que nos da el uso de ellos. El uso del talco no implica que uno esté grande o viejo, sino que es una manera de higiene y cuidado personal.

En la actualidad las latas de talco son muy buscadas por los coleccionistas y pueden encontrarse marcas antiguas como: Cussons, Cuurity, Mennen (talco boratado y perfumado para niños), diversos de Avon, Pears, Talcum Powder y nuestro talco local en dos aromas Dos Caras Tradicional y Alcanforado.

Desde esta nota invito a aquellos que no se han atrevido a usar talco, que un día cualquiera lo usen y notarán que además del fresco que les otorga el olor que su cuerpo despide es muy agradable, en este momento en que escribo esta nota puedo ver que algunas teclas tienen un poco del talco que me he puesto.

Dr. Roger Aguilar Cachón

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